No hay duda de que en los últimos 50 años se ha avanzado mucho para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en la mayoría de países y en muy distintos ámbitos. Las discriminaciones a nivel legal se han reducido notablemente y se ha normalizado en la mayoría de los países la presencia de la mujer en las distintas etapas educativas y en el trabajo.
Sin embargo, los datos nos siguen recordando que queda mucho camino por recorrer y, muy especialmente, en el ámbito de la empresa. Según el estudio Global Entrepreneurship Monitor, la tasa de actividad emprendedora es superior en los hombres que en las mujeres. En Latinoamérica la media se sitúa en un 22% para los hombres y un 15% para las mujeres. En España es de un 6% en el caso de los hombres y un 4% para las mujeres. Además, el emprendiemento está motivado por la necesidad en una proporción superior en el caso de las mujeres que en la de los hombres (un 27% rente a un 19%).
Peor es el caso de la alta dirección, ya que según recientes estudios, en España sólo el 10 de cada 100 puestos directivos en las están ocupados por mujeres, porcentaje que se reduciría hasta el 6,8% de media en Latinoamérica (un 24% a nivel mundial). Esta cifra contrasta con el hecho de que el 45% de la fuerza laboral es femenina y que cada vez es mayor la presencia de la mujer en los estudios superiores, superando incluso la presencia masculina (hasta un 60% de los licenciados españoles son mujeres).
Otros estudios aseguran en cambio que la presencia de las mujeres en puestos de alta dirección beneficia a las empresas. Según un estudio de la revista Fortune, las compañías con más mujeres en los consejos de administración aventajaron a aquellas que tenían menor proporción en un 16% en el volumen de ventas y en un 26% en el retorno de la inversión.
Promocionar el talento femenino en las empresas no es una cuestión de justicia o igualdad (que lo es). Es necesario a nivel económico. Hace falta que más mujeres emprendan y lideren negocios. Y también promocionar adecuadamente el talento femenino en el interior de las empresas, En un mundo donde la innovación juega un papel fundamental, la diversidad es esencial porque distintos puntos de vista sobre un mismo problema pueden generar nuevas soluciones. Además, las empresas deben parecerse al mercado al que se dirigen, y las mujeres son una parte muy importante del mercado con un gran poder en las decisiones de compra.
Si las mujeres atesoran, por lo menos, la mitad del talento mundial, no podemos desperdiciar este talento y limitar la empresa al punto de vista únicamente masculino. La mujer puede aportar nuevas visiones,diferentes maneras de gestionar, menos agresivas, más relacionales y, muchas veces, más realistas.
Todo el talento disponible se debe emplear en generar valor para la empresa y también para la sociedad. La movilidad y la conectividad que permiten las tecnologías junto con un cambio cultural respecto a los roles de hombres y mujeres deben poder aprovecharse para superar los obstáculos que aún existen para el pleno aprovechamiento del talento femenino y la generación del máximo valor posible en empresas sin marcas de género.
Fuente:http://idnews.idaccion.com/es-la-hora-del-talento-femenino/
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